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Mejorar la vida empezando por el autodiagnóstico

¿Sabes qué es lo que tienes que cambiar para mejorar tu autoestima?
¿Puedes identificar las áreas por donde podrías empezar?

Tener una autoestima alta produce muchos beneficios tanto para la persona como para su entorno, de igual forma tenerla baja puede ser la causa de muchas de las mayores insatisfacciones personales.

El proceso de quererse a sí mismo, pasa por conocerse y aceptarse. Los especialistas hablan de que no es posible no tener autoestima, ya que existe un nivel básico que viene con nuestro paquete genético, y que por ello es más propio hablar de “niveles de autoestima”.

Autoestima, Autoaceptación

¿Por dónde se empieza?

Para aumentar la autoestima se empieza por saber qué es lo que se debe mejorar.

Y para saber esto es necesario que las personas se conozcan a sí mismas.

Este conocimiento es consecuencia de un proceso que se llama autodiagnóstico.

Diagnosticarse a sí mismo, no es una tarea fácil, ya que la sociedad actual, nuestra educación en general y el ritmo trepidante de la vida moderna, lleva a las personas a vivir de manera muy superficial, enfocándose más en lo que sucede alrededor y en las características de las demás personas que en las propias.

Algunos especialistas incluso afirman que las personas no se miran y evalúan a sí mismas porque tienen miedo de lo que pueden descubrir.

Otras personas sin embargo, piensan que como cada persona vive consigo misma, no es necesario autoconocerse y por tanto autodiagnosticarse.

Más allá de estos dilemas que pueden llevar a discusiones estériles, lo práctico es que no es posible iniciar procesos de cambio sin ni siquiera saber qué es lo que se debe cambiar.

¿Cómo hacer un autodiagnóstico?

La técnica es muy fácil pero tener la disciplina para hacerlo y que se convierta en una hoja de ruta para mejorar nuestra vida, no lo es tanto.

Para hacer un autodiagnóstico se puede empezar por estar momentos a solas y hacer una reflexión seria y sistemática sobre sí mismos.

Como la mente y las múltiples tareas y preocupaciones pueden hacer que esa reflexión no pase de ser más que una buena intención, es recomendable coger lápiz y papel y hacerlo de forma escrita.

Escribir el autodiagnóstico de por sí tiene ya dos beneficios: el primero, es contar con la información de una manera más organizada, pudiendo hacer ajustes y correcciones; y el segundo, que el hecho de escribir sobre sí mismo puede permitir poner en perspectiva determinadas experiencias que “dentro de la mente” se ven de manera diferente.

Decepción, Tristeza

Si se ha decidido por escribir su autoevaluación, las opciones pueden ser también múltiples: desde hacer una redacción tipo diario, seguir una plantilla prediseñada (existen muchas y muy buenas tanto en libros como en revistas) o elaborar una guía personalizada que combine áreas de análisis pero deje la libertad de escribir las cosas como se piensan y se sienten.

Ideas para hacer un autodiagnóstico

Los seres humanos somos multidimensionales y en cada una de esas áreas es necesario saber cómo actuamos, reaccionamos, pensamos y sentimos.

Las áreas a tener en cuenta pueden ser: el área biológica (todo lo relacionado con el cuidado del cuerpo, la alimentación, los cuidados médicos, el ejercicio, la higiene).

El área psicológica (todo lo relacionado con los sentimientos, las emociones, el carácter, “la forma de ser”, la autoestima, la capacidad y vocación para aprender, la toma de decisiones.

El área sociológica (todo lo que tiene que ver con las relaciones interpersonales, la participación ciudadana, la comunicación, el trabajo, la amistad, el ocio) y…

El área espiritual (lo relacionado con la capacidad de trascendencia de las personas, relación con fuerzas “superiores”, valores y evolución humana).

Cada una de estas dimensiones como se señala, pueden ser subdivididas en múltiples posibilidades y sobre cada una de ellas cabe la posibilidad de hacer un diagnóstico.

Puedes establecer una escala de 1 a 10, donde 1 significa “nada satisfecho” y 10 “muy satisfecho”. De esta forma, y de manera escrita se puede establecer el grado de satisfacción que cada persona tiene sobre diversas dimensiones de su persona. De ahí en adelante sólo quedaponerse en acción dependiendo de las prioridades de cada uno.

Aumentar los niveles de autoestima, sí; autoaceptarse, sí; pero todo ello depende de que tengamos claro quiénes somos y qué es lo que queremos; o sea, hacer un proceso de autoconocimiento a partir de un autodiagnóstico.

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